¿Qué es la gratitud?
La gratitud es la capacidad de apreciar los privilegios y bendiciones que llegan a ti constantemente. Es una forma de vida. Es la práctica activa del agradecimiento y el aprecio. Cuando dejas que la gratitud guíe tu vida, suceden cosas maravillosas.
La gratitud, como todos los sentimientos y emociones, comienza con el pensamiento que conscientemente eliges. ¿Qué pensamientos tienes en mente? ¿Están llenos de aprecio por las personas y las cosas que te rodean?
La gratitud consiste en enviar pensamientos cargados positivamente al Universo. Ser agradecido significa agradecer todo lo que tienes y todo lo que eres. Mantener una mentalidad apreciativa, independientemente de las circunstancias es la forma de comprometerte con la gratitud.
Las personas que practican la gratitud, por lo general, tienden a desarrollar una mayor fortaleza mental y salud psicológica. Se enfocan y valoran las cosas buenas que tienen a su alrededor, disfrutan la vida y aceptan las cosas tal y como son. Estás a punto de descubrir 7 formas de practicar la gratitud para transformar tu interior y lograr que te sientas más feliz y bendecido.
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Formas de practicar la gratitud
1. Tener un diario de gratitud
Un diario de gratitud es una herramienta fabulosa para practicar la gratitud. Escribir en un diario de gratitud nos permite elevar nuestro estado emocional y concientizar qué tan afortunados somos en la vida. Es una forma de escritura reflexiva que nos invita a reflexionar y enfocarnos en lo que tenemos y no en lo que nos falta.
La ciencia ha demostrado que el simple hecho de escribir todos los días alguna cosa por la que te sientas agradecido o lo bien que te ha ido el día de hoy, transforma positivamente tu mente y tu cuerpo, te proporciona mayor claridad, equilibrio y serenidad.
Elige cualquier libreta o agenda en la que puedas anotar cada día las cosas por las que estés agradecido. Puedes tomar nota a cualquier hora del día. Aunque por lo general, muchas personas prefieren hacerlo al despertar, luego de practicar su rutina de yoga en la mañana o antes de ir a dormir como forma de cerrar el día reflexionando y enfocando su energía en lo bueno que les ha pasado.
Si deseas sentirte guiado en el proceso de incorporar la gratitud a tu estilo de vida, el diario de gratitud de Charuca contiene ejercicios prácticos para conectar con lo que agradeces y valoras en tu vida, tanto al despertar, como antes de dormir.
2. Tener un frasco de gratitud
Una idea que me encanta y que puedes realizar como alternativa al diario de gratitud es la del frasco de gratitud.
En esta ocasión, en lugar de practicar la gratitud escribiendo tus notas en una agenda, podrás hacerlo en tiritas de papel y colocarlas dentro de un frasco. El frasco puede tener el tamaño y diseño que prefieras. Puedes emplear una jarra, botella o frasco de cristal. En fin, puedes guardar los papelitos donde te apetezca.
Mantén el frasco en un lugar destacado para que cada vez que lo veas coloques una nota de algo por lo que estés agradecido. O incluso, cuando te sientas triste y con un bajón de ánimos, tomes al azar una de esas notas y te des cuenta de que siempre tienes una razón para sonreír, para sentirte agradecido.
Una buena idea es revisar las notas que has colocado dentro del frasco cada mes o tal vez, anualmente. ¡¿A que sería una buena actividad en Nochevieja?!
3. Hacer cumplidos

Con frecuencia nos enfocamos en lo que hacen los demás que no nos gusta e incluso, se lo hacemos saber de una forma poco agradable. Sin embargo, cuando de elogiar se trata, quizás por vergüenza o por resultarnos incómodo se nos dificulta comunicarle a los demás lo positivo que tienen o que nos aportan.
A todos nos gusta que nos digan cosas buenas acerca de nosotros o de nuestras cosas. Aunque te cueste creerlo, eso facilita la comunicación con la persona que nos elogia. Nos ayuda a crear vínculos interpersonales más profundos, nos hace sentir bien y reafirma las cualidades positivas que vemos en nosotros mismos.
No des por hecho que la otra persona sabe lo que te gusta de ella y que estás agradecido por lo que ha hecho por ti. Si ves una oportunidad para alegrarle el día a otra persona, hazlo, esa puede ser una excelente forma de practicar la gratitud.
4. Realizar voluntariado

Participar como voluntario en una causa social y/o humanitaria aporta gran valor a los demás y también a uno mismo.
Estudios científicos han demostrado que ofrecerse como voluntario para ayudar a otros puede aumentar tu bienestar, renovar tu creatividad y mejorar tu salud tanto física como mental.
Cuando realizas voluntariado te sientes útil y sabes que tu labor, por muy pequeña que sea, puede mejorar otras vidas. Ese sentimiento hará que te sientas orgulloso de tu persona, elevará tu autoestima y la confianza en ti mismo. Recuerda que cuanto mejor te sientas contigo mismo, mayor será tu nivel de gratitud y satisfacción personal.
Por otra parte, el voluntariado te mantiene en conexión constante con los demás, te ayuda a hacer nuevos amigos y aumentar tus habilidades sociales. De hecho, una de las mejores formas de hacer nuevos amigos es comprometerse en una actividad o causa común con otros.
En fin, ofrecer tu tiempo y ayudar a los demás, puede ser algo que recordarás y recordarán para toda la vida. Por muy poco que pienses que tienes, ese poco podría ser mucho para otros.
5. Dar las “gracias” con más frecuencia

A menudo olvidamos esta palabra. Tendemos a tomarnos los favores, cumplidos y bendiciones que tenemos a la ligera.
Si alguien hace algo bueno por ti, aunque sea pequeño, dale las gracias. Dile “gracias” a tus familiares y amigos aunque aparentemente no hayan hecho algo significativo por ti.
Por ejemplo, basta con decir: “Gracias mamá por estar…”, “Gracias por esta cena tan rica”, “Gracias por ser amable conmigo…” Pronunciar esta palabra con más frecuencia puede fortalecer los vínculos con los tuyos. Deja un “gracias” dondequiera que vayas.
6. Ayudar a quien lo necesita

Sé buena persona siempre que puedas. Ayudar al que más lo necesita, sin esperar nada a cambio, es lo más grande que puede hacer un ser humano.
No se trata de hacer algo extraordinario, con pequeñas acciones y favores puedes influir positivamente en la vida de otros. Desde conseguir un té o un café, hasta llevar un recado y ayudar a alguien a cruzar la calle pueden ser una maravillosa forma de contribuirle.
Una persona generosa de corazón es una persona emocionalmente sana, rica y feliz. Ayudar a otros de forma voluntaria es una forma de practicar la gratitud. Te permitirá sentir plenitud, satisfacción y gozo. Además de que aumenta tu autoestima y la confianza en ti mismo porque te sientes útil y capaz de influir positivamente en la vida de otras personas.
7. Redirigir tus pensamientos

Muchas de las cosas que nos suceden o suceden a nuestro alrededor tienen la capacidad de abrumarnos. Cuando sientas que estás teniendo un día difícil, detente, toma unos minutos o el tiempo que necesites para desconectar. Casi todo vuelve a funcionar si lo desconectas un momento, incluso tú.
Una de las cosas que puedes hacer para que un mal día se vuelva mejor es enfocar tu atención en las cosas de tu vida por las que te sientes agradecido. Siempre, siempre hay razones para estar agradecido: agradece por tu salud, por tus hijos, por tu empleo, por los alimentos que consumes, por tener tu vista, tus manos, tus piernas, por poder caminar, correr, bailar (…) Agradece por estar vivo.
¡A practicar la gratitud!
Estas son algunas formas de practicar la gratitud. Los beneficios, como hemos mencionado en otros artículos, son indiscutibles. Te pueden ayudar a ver la vida desde otra perspectiva, a valorar lo realmente importante y a concientizar que cada minuto en este mundo es digno de ser vivido, sin lamentos, sin reproches y con muchas ganas.
Señores, hay gente que lo está pasando muy mal y aun así, no pierden la sonrisa y las ganas infinitas de vivir y comerse el mundo, las ganas de ayudar y de mejorar la vida de otros. Aun así, agradecen a Dios por cada segundo de vida, cada latido, cada rayito de esperanza.
Venga, ponle ganas a la vida, pon amor en tu corazón y agradece, agradece siempre, eres afortunado, no lo dudes nunca.
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