12 hábitos diarios para cambiar tu vida

Nuestras vidas se basan en cientos de pequeños hábitos diarios que ponemos en marcha en cuanto abrimos los ojos. De forma consciente o inconsciente, esos hábitos nos pueden ayudar o perjudicar. Pero claro, son tan pequeños, que rara vez podemos notar su impacto de inmediato.

Afortunadamente somos seres racionales. Podemos y debemos autoanalizarnos para comprender qué estamos haciendo bien y que no tan bien.

Recuerda que tu actitud, determina tu altitud. Así que no dejes que los viejos hábitos te detengan. Comienza a desarrollar estos 12 hábitos diarios para una vida más feliz y productiva.

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1. Agradece lo que tienes para cambiar tu vida

El primer hábito diario que debes incorporar para cambiar tu vida es la gratitud. Agradece lo que tienes. Cuando enfocas tu energía en lo que no tienes, sin darte cuenta puedes caer en la trampa de enumerar cosas negativas.

Enumeras cosas negativas cuando hablas de lo que no tienes, de lo desafortunado que eres y de lo dura que es la vida contigo. Cuando enumeras cosas negativas, estas también aumentan. Además, con cada cosa negativa que enumeras cancelas las bendiciones que estaban en camino.

Sin embargo, cuando te enfocas en los privilegios que posees, cuando te sientes bendecido y eres consciente de que tienes una y mil razones para estar agradecido, reorientas tu actitud hacia la abundancia y lo positivamente posible. Te colocas en una situación de satisfacción contigo mismo, de felicidad y bienestar con la vida. Y ello, indudablemente, te convierte en una persona optimista, empática y positiva. Una persona que ve posibilidades donde otros ven barreras.

2. Aprende de tus errores para cambiar tu vida.

Otro de los buenos hábitos diarios que debes incorporar para mejorar tu vida es aprender de tus errores.

Los errores son parte de la vida, por más cuidadosos y detallados que seamos en la elaboración de un plan, no estamos exentos de equivocaciones. De hecho, los fallos y tropiezos, y la actitud que adoptamos frente a ellos, juegan un papel primordial en el crecimiento personal.

Debemos cambiar esa concepción negativa y asociación con la incapacidad e incompetencia que tenemos del error. El error es parte del camino de cada uno de nosotros. Detrás de los errores se esconde la oportunidad de conseguir un valioso aprendizaje para aplicar en el futuro, de desarrollar nuevas habilidades e incluso, clarificar nuestras prioridades y capacidades.

3. No te rindas ante el fracaso.

El Fracaso, esa palabra que parece tan negativa y que la gran mayoría tememos, no es más que un eslabón en el proceso de alcanzar el éxito.

El éxito requiere aprendizaje y habilidades, requiere ser crítico y autocrítico contigo mismo. Y el fracaso, en general los fallos y tropiezos, son una oportunidad para analizar qué no está funcionando, qué recursos necesitas para mejorar tu vida y alcanzar tus metas. Es un punto de inflexión en el que, con la actitud adecuada, podrás aprender y recopilar mucha información para aplicar en un futuro. Es tu oportunidad de empezar otra vez con más inteligencia.

Así que venga, levántate, sacúdete los raspones, toma nota y sigue adelante.

4. Sé íntegro.

Integridad es hacer lo correcto, aun sabiendo que nadie sabrá si lo hiciste o no.

Oprah Winfrey

Y aquí te va el cuarto hábito diario para cambiar tu vida, ser íntegro. Integridad es vivir con rectitud, bondad, honradez y actuar sobre la base de tus principios y valores sin avergonzarte o arrepentirte. Es cumplir tus promesas y compromisos y que haya coherencia entre lo que piensas, dices y haces.

Las personas íntegras, por lo general son felices. Esto es posible porque tienen claro qué les importa y actúan en sintonía con esos valores y principios que les guían.

Integridad no es no fallar. Integridad es asumir la responsabilidad de tu vida, tus actos y tus metas. Es ser autocrítico, aceptar y reconocer tus faltas, pero sin juzgarte ni culparte.

5. Rodéate solo de personas que te eleven para cambiar tu vida.

Rodearte de personas positivas, que vibren en tu misma sintonía, sin duda es uno de los mejores hábitos diarios para cambiar tu vida.

Elige bien tu círculo de amistades. Tendemos a imitar los pensamientos, acciones y estilo de vida de las personas más cercanas a nosotros, de ahí la importancia de rodearnos de personas con las que tengamos cosas en comunes, con las que fluya una conversación y podamos compartir momentos fuera de lo cotidiano.

Es primordial rodearse de personas positivas, íntegras, que te reten, inspiren y te recuerden por qué empezaste. Personas que no te dejen caer, sino que te apoyan y estén para lo que tú necesites (tanto como tú con ellos).

No tomarte nada personalmente ni hacer suposiciones te ayudará a mantener relaciones maduras. Te permitirá ver a los demás tal como son, y lo que hagan o digan, no te dañará.

6. Gestiona tu miedo para cambiar tu vida.

El miedo es una reacción inconsciente de tu organismo ante situaciones que parecen amenazantes y peligrosas. Sin embargo, aunque el peligro no exista (por ser imaginario), el miedo que estás sintiendo sí es real, y en casos excesivos limitan tu potencial y bienestar.

Gestionar tu miedo es fundamental para mejorar tu vida. El miedo es como todo en la vida, que depende con qué ojos lo ves. A mí en lo personal e intentando ser objetiva, me gusta ver el miedo como un amigo, porque en realidad, tus miedos te pueden ayudar a:

  • Estar alerta ante ciertas situaciones.
  • Reaccionar, alejar y escapar eficazmente de un peligro real, actual o inminente.
  • Superarte, aprender de tus errores y romper tus propias cadenas.

En definitiva, sé objetivo y avanza en tus proyectos. Dale al miedo el lugar que le corresponde, pero no el protagonismo. Trasciende tus miedos, afróntalos desde el amor y la confianza en ti mismo y en la vida. No permitas que mutile tus sueños y ganas de aventurarte.

7. Transforma tus heridas en sabiduría y podrás cambiar tu vida.

Las experiencias negativas y dolorosas (o situaciones interpretadas como tal) que han tenido lugar en tu vida, principalmente en la niñez, conforman nuestras heridas emocionales.

Las heridas emocionales son como lesiones psíquicas que nos dificultan vivir en felicidad y plenitud. De igual manera, nos impiden afrontar los problemas y circunstancias de la vida con la mayor racionalidad y efectividad posible.

Estas heridas, pudieran ser por abandono, traición, desconfianza, rechazo, humillación, etc.

Ser conscientes de nuestras heridas, dejar de maquillarlas y aceptarlas es el primer paso para comprenderlas, sanarlas y por supuesto, transformar y mejorar tu vida.

8. Respira, fluye y ten presente que este es el único momento que tienes con total seguridad.

Debemos encontrar un equilibrio entre pasado y futuro. El pasado es parte de tu historia. El pasado está ahí para que lo hojees y aprendas, no para que te deprimas por las cosas que no salieron como deseabas.

Por otra parte, vivir en el futuro provoca ansiedad y frustración. Hay que ser pacientes, saber hacia dónde queremos ir y trabajar en ello con amor, paciencia, disfrute y aceptación.

Todo llega, pero no te desesperes, ve a tu propio ritmo, fluye con la vida. Vive este momento que es lo único que tienes con total seguridad.

9. Realiza el trabajo que amas y te llena el alma, lo demás vendrá por añadidura.

Sin lugar a dudas, para mejorar tu vida y lograr un equilibrio y bienestar, necesitas estar a gusto con lo que haces. Y estar a gusto con lo que haces no es únicamente hacer lo que amas, sino amar lo que haces.

Amar lo que haces te impulsa a superarte cada día, a crecer personal y profesionalmente.

El mundo necesita gente entregada, gente con sueños y ganas infinitas de ayudar. Gente con sentimientos, que ponga amor en cada uno de sus actos. Gente que en las dificultades vea oportunidades y de los errores, aprendizaje.

10. Da lo máximo en este momento.

Bajo cualquier circunstancia, independientemente de los resultados, haz lo máximo que puedas. Ni más ni menos.

Por supuesto, ese máximo dependerá de tu estado anímico o de salud. Pero en general, dar lo máximo que puedes te coloca en una mejor posición para disfrutar el momento siguiente. Cuando haces lo máximo que puedes sin esperar recompensa, vives intensamente, eres productivo y te sientes inmensamente feliz.

Sin embargo, ten en cuenta que cuando te esfuerzas demasiado para conseguir algo, gastas más energía de la que deberías. Tu cuerpo y tu mente se agotan y al final se te hace difícil alcanzar tus objetivos.

Por otra parte, cuando haces menos de lo que puedes hacer, quizás te sometas a ti mismo a frustraciones, reproches, culpas y juicios; eres consciente de que podías haber dado más de ti.

Por eso es muy importante que te organices. Planifica tu tiempo, ten clara tus metas y prioridades. Ponle amor a lo que haces y deposita todo tu esfuerzo en la medida de tus posibilidades. En fin, da lo máximo en este momento para cambiar tu vida. Pero recuerda, equilibrio, ni más ni menos

11. Sigue tu instinto. Ahí es donde la verdadera sabiduría se manifiesta.

Algunas personas piensan que seguir su instinto no es la mejor opción. Pero te cuento, nuestras experiencias, tanto positivas como negativas, quedan grabadas en alguna parte de nuestra memoria. Todas esas grabaciones, de forma inconsciente son altamente valiosas en nuestro proceso de aprendizaje y desarrollo personal, lo que sin lugar a dudas dota de contenido a nuestra intuición.

Como seres humanos, tenemos un montón de decisiones que tomar, pero no solo la razón nos da el punto de vista bueno. La intuición también es fiable. Tenemos la intuición porque hemos aprendido de nuestras experiencias previas. Así que confía en tu intuición.

Ojo: hablamos de intuición y de instintos básicos, no del azar ni de dotes de adivinación jajaja.

12. Cuida tu espíritu.

Si quieres cambiar tu vida y alcanzar tus metas, tendrás que empezar por el espíritu.

Antes de enfocar toda tu energía en alcanzar tus metas es fundamental encontrar tiempo para cuidarte, para apagar el piloto automático e inducir la relajación. Es importantísimo que además de tener tus metas claras, mantengas tu espíritu fuerte y equilibrado, ello será el complemento perfecto para una buena salud, felicidad y bienestar.

Espero que este artículo sea una invitación a reflexionar. Cuéntanos, ¿de estos hábitos diarios, cuál es el que mejor aplicas en tu vida?

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